"Se tu el cambio que quieres ver en el mundo"
Mahatma Ghandi

¿Necesitas un cambio de vida?

Cuando sentimos emociones como la tristeza, la rabia o el miedo, nos quedamos atrapados en pensamientos recurrentes que nos distraen continuamente, o no podemos llevar a cabo las decisiones que tomamos, son señales que nos indican que debemos cambiar algo en nuestras vidas.

¿Y para qué cambiarlo? Pues simplemente para vivir con mayor bienestar, ya que la incoherencia entre lo que sentimos, pensamos o hacemos implica una disonancia a resolver para continuar nuestro camino, construir mejores relaciones y en definitiva sentirnos mejor con nosotros y nosotras mismas, o acaso estamos satisfechos de vivir continuamente enfadados, tristes o atemorizadas ante las dificultades que nos acechan.

Pero qué cambiar, cómo cambiar y que decisiones tomar, son caminos que a menudo nos paralizan y nos mantienen anclados en estas situaciones.

Seguramente, lo primero que nos viene a la cabeza, es intentar cambiar a nuestro jef@, nuestra pareja o nuestros gobernant@s para que el mundo pueda ir mejor. «Que cambien los demás para que yo me pueda sentir bien». Pero siento explicarte que no va a ser posible, ya que nadie va a cambiar, sino siente la necesidad personal de hacerlo. Así que mejor empezamos por nosotros mismos, que es lo único sobre lo que tenemos nuestra responsabilidad.

¿Y qué podemos cambiar? Pues en general todo lo que empieza por MI: mis pensamientos, mis emociones, mis relaciones, mis actitudes, mi cuerpo, mi, mi, mi…

Visita nuestra página sobre ¿por qué me siento triste y sin ganas de hacer nada? para ampliar  tus conocimientos sobre este tema. 

En realidad, estamos cambiando continuamente, pero cuando nos afrontamos a situaciones complicadas que implican emociones que nos son difíciles de sostener, se nos hace más complicado tomar conciencia de los pasos que debemos seguir o simplemente como conseguir volver a sentirnos bien con nosotr@s mism@s.

Pues este proceso tiene tres explicaciones:

Entrenar para no tener miedo al cambio

En primer lugar, por nuestra estructura cerebral: sabemos que somos máquinas perfectas. Pero nuestro diseño está pensado para que podamos sobrevivir, y así vamos, como una máquina diseñada para la supervivencia, pero en una vida de vivencia y bienestar.

Y ahí está la diferencia, cuando nos afrontamos a un cambio que amenaza nuestra seguridad y nuestra zona de confort, nuestro cerebro y nuestra corporalidad reacciona como si nos estuviéramos afrontando a un león o a un dinosaurio que nos ataca. ¿Y qué hacemos? Pues huir de él evidentemente.

Eso hace que se activen emociones de amenaza a nuestra seguridad como el miedo o la rabia, y perdamos los circuitos cerebrales de la creatividad, la confianza, la compasión y el aprendizaje, necesarios para afrontar cualquier proceso de cambio que nos aporte mayor bienestar.

¿Y qué hacemos con eso? Pues simplemente entrenarnos. Nuestro cerebro es un músculo, al que podemos enseñarle que no solo se preocupe por nuestra supervivencia, sino también por nuestra vivencia y bienestar.

Quieres descubrir más contenido sobre ¿Qué hacer con mi vida? Visita nuestra página y aprende a dirigir tu vida con conciencia. 

Si quieres trabajar más en profundidad como eliminar el miedo al cambio, visita nuestra página sobre el miedo al cambio, y podrás trabajar en exclusiva este tipo de contenido. 

El Climaterio es un proceso por el que pasan todas las mujeres, un cambio con el que nos encontramos y que puede dar miedo, pero afrontar y entrenarse para este proceso provocará que podamos aceptarlo cuando llegue. En La vida es cambio puedes encontrar más contenido sobre el Climaterio

El Climaterio, un cambio vital

La peligrosa zona de confort

En segundo lugar, tenemos otro “pequeño inconveniente”, a lo que llamaremos nuestra zona de confort. ¿Os imagináis que cada día tuviéramos que aprender a andar, o a comer con cuchara y tenedor, o que no podemos poner los dedos en el enchufe? Pues nos quedaría poco espacio para otros quehaceres “de adultos”.

Nuestro cerebro, simplemente para ahorrar energía, tiende a la automatización, a movernos en aquello que ya tenemos automatizado, conocemos y nos da seguridad.

Y evidentemente esto nos facilita mucho nuestras vidas. Respiramos, comemos, conducimos, etc. Pero, ¿qué pasa cuando también vivimos con el piloto automático y por zona conocida, donde dejamos la conciencia? El piloto automático está bien, la zona de confort está bien, pero os aseguro que la felicidad y el bienestar no están ahí.

Salir de nuestra zona confort y de comodidad implica un desgaste de energía, que a veces estamos dispuestos a afrontar, principalmente cuando implica emociones agradables, (viajes, conocer gente nueva, etc.) y a veces no, principalmente cuando activa emociones que son más difíciles de sostener (rabia, tristeza o miedo, etc.).

Aprender a gestionar las emociones

Y así llegamos a nuestro tercer punto. Nadie nos ha enseñado a gestionarnos en nuestras emociones, tenemos un cerebro emocional que se activa delante de cualquier decisión que tomemos, y nadie nos ha enseñado a utilizarlo, para que sirve, que función tiene cada emoción y su manual de uso. Y si, os puedo asegurar que tienen manual de instrucciones que podemos aprender a utilizarlas y que todas nos sirven para algo y nos son útiles. Aprender cómo funcionan nuestras emociones, como las sentimos en el cuerpo y que función están cumpliendo, nos facilita su gestión para no quedarnos atrapados en ellas.

A veces nos sentimos desmotivad@s a causa de una emoción que no sabemos gestionar a lo largo del tiempo o por algún suceso repentino en nuestra vida que no esperábamos y nos ha cogido a contrapié. Pero enfrentarnos a estos procesos de cambio que vivimos nos ayudará a sentirnos mejor. Descubre las herramientas para gestionar la desmotivación con nuestro vídeo sobre desmotivación: ¿por qué me siento así?

Y si tenemos en cuenta estos tres aspectos: nuestro “modo” de supervivencia, aquellas creencias y estructuras que hemos automatizado y la gestión emocional, podemos convertir un proceso de cambio en una oportunidad, que nos permita crecer, ampliar nuestra visión del mundo, tomar decisiones y en definitiva vivir con mayor bienestar.

Otro gran cambio que debemos afrontar a lo largo de nuestra vida y el más importante incluso es la adolescencia, un proceso en el que nos formamos como personas adultas y como padres debemos ayudar a nuestros hijos y guiarlos en este proceso de cambio. 

Visita nuestra página sobre Los cambios en la adolescencia: cómo entender a tus hijos

Los cambios en la adolescencia

¿Necesitas que alguien te acompañe en tu proceso de cambio?

Realiza una sesión con la Psicóloga Marina Arjó

Suscríbete a nuestro canal de youtube

Visita nuestro canal de Youtube donde tendrás disponibles todos nuestros vídeos actualizados. Suscríbete para estar al día y no perderte ningún vídeo.