Vivir la vida desde nuestra zona de confort nos aleja del bienestar

Zona de confort

Todas tenemos nuestra zona de confort, es ese espacio mental en nuestras vidas donde nos movemos en piloto automático y desde donde afrontamos el día a día sin demasiado esfuerzo. Aparentemente puede parecer agradable o al menos fácil… pero te aseguro que vivir la vida desde este estado mental nos aleja del bienestar.

¿Te imaginas comer cada día lo mismo o compartirte siempre con las mismas personas? ¿O hacer cada día exactamente las mismas tareas en tu trabajo? Seguro que lo harías perfectamente bien y te sentirías con seguridad contigo misma o contigo mismo ¿Pero puedes hacerte una idea de lo poco estimulante que sería tu vida?

A veces, incluso nuestra zona de confort, no solo es cómoda, sino que puede ser negativa para nosotros y nos puede mantener en situaciones de sufrimiento. Y aun así, permanecemos anclados en ella.

Sal de tu zona de confort

¿Y porque nos cuesta tanto salir de nuestra zona de confort? ¿Porque aguantamos situaciones que nos suponen negativas en nuestras vidas?

Pues porque nos resulta más cómodo quedarnos como estamos, que enfrentarnos a nuestro miedo al cambio.

Enfrentarnos a nuevas situaciones, nuevos retos o abrirnos a nuevas posibilidades en nuestras vidas, pone en juego recursos personales y nuestras resistencias, ya que:

Nos enfrenta al miedo

Sentimos una sensación de peligro a nuestro equilibrio, ya sea interno o externo, y antes de poder gestionarlo lo evitamos y nos quedamos en la situación que ya conocemos.

Tememos a no ser aceptados o ser rechazado

Esperamos la aprobación de los demás. Una de nuestras necesidades básicas como seres humanos es el sentido de pertenencia y enfrentarnos al rechazo de los demás, si sentimos “que salimos de las normas establecidas”, es un motivo de resistencia para enfrentarnos a nuevas opciones de vida.

Desde esta perspectiva también se materializan mandatos inconscientes o lealtades familiares y de pertenencia que nos mantienen anclados en nuestras zonas de confort.

Amenaza nuestra autoestima y autoconfianza

¿Y si me equivoco? ¿Qué pensaran de mí? ¡No seré capaz…! Te suenan estas frases… Nuestro ego y nuestro dialogo interno muchas veces nos boicotea y nos antepone “peligros” que solo están en nuestra mente.

Su objetivo simplemente es protegernos y ahorrar energía, pero piensa si este tipo de frases se las dirías a alguien de tu confianza. Seguro que no, pero cada vez que queremos salir de nuestra zona de confort, él intentará protegernos y que nos quedamos como estamos.

Al margen de la comodidad que nos pueda suponer, es importante salir de nuestra zona de confort para no estancarnos y para mantener un nivel de activación y de motivación suficiente en nuestras vidas.

¿Y cómo lo conseguimos?

La sensación de zona de confort, es una idea falsa de nuestra mente. Sentimos que controlamos la vida, pero en realidad, la vida está en continuo cambio. El objetivo es conseguir mantener una actitud abierta ante la vida basada en:

La confianza en uno misma o una mismo

La seguridad de que pase lo que pase, seré capaz de afrontarlo, porque en realidad es así, cuando la vida se nos pone difícil por la circunstancia que sea, sacamos todos nuestros recursos existentes en afrontarlo.

Actitud de “exploradores”

Si la vida está en continuo cambio y el mundo está lleno de opciones, cómo saber cuáles son mis fortalezas y mis recursos sino pruebo la mayoría. Adquirir esta actitud flexible ante la vida, nos invita a poder gestionarnos en nuestra zona de confort.

Descubre más en profundidad cómo creer en ti y recuperar la confianza en nosotros mismos, la base para salir de nuestra zona de confort y saber que somos capaces de todo lo que nos proponemos. 

Etapas de la zona de confort

Salir de la zona de confort, implica un proceso que puede realizarse por etapas para poder gestionar nuestras resistencias y potenciar nuestros recursos personales y que nos permitirá salir más reforzados del proceso.

Para potenciar esas habilidades puedes intentar hacer estos sencillos ejercicios de forma habitual, que te ayudaran a flexibilizarte ante la vida y sentirte de forma gradual con más confianza:

  1. Pasea por calles distintas a las habituales, u opta por rutas alternativas a tu lugar de trabajo.
  2. Realiza cada semana alguna nueva actividad: una lectura diferente, cocina o prueba un plato de cocina que no hayas cocinado nunca, visitar un lugar nuevo, etc.
  3. Plantéate un pequeño reto diario que te desafíe a ti misma o a ti mismo: inicia una conversación con alguien desconocido, si eres muy inflexible cambia tus rutinas, si eres perezoso, haz 5 minutos de ejercicio, por ejemplo.

Enséñale a tu mente que puedes asumir el control de tu vida y mejorar la confianza contigo misma.

¿Necesitas que alguien te acompañe en tu proceso de cambio?

Realiza una sesión con la Psicóloga Marina Arjó

Suscríbete a nuestro canal de youtube

Visita nuestro canal de Youtube donde tendrás disponibles todos nuestros vídeos actualizados. Suscríbete para estar al día y no perderte ningún vídeo.