Aprender a tratarnos a nosotros como a nuestro mejor amigo o amiga
Síntomas ansiedad y estrés
¿Sientes un nudo en la garganta continuamente? ¿Tienes una sensación de presión en el pecho o falta de aire? ¿Tienes problemas para conciliar el sueño o te despiertas en mitad de la noche y no puedes volver a dormirte? Estos pueden ser síntomas de ansiedad y estrés y son señales de que tu vida necesita un cambio.
La ansiedad y el estrés son síntomas corporales que hacen evidente que algo no funciona en nuestras vidas, vivimos en una sociedad donde estamos normalizando vivir “acelerados”, con prisas y con la exigencia de convertirnos en superhumanos, ¿pero es normal que normalicemos síntomas de ansiedad y estrés continuo?
Vamos a hablar un poquito sobre ello y así podéis decidir vosotros y vosotras mismas.
Índice de contenido
El estrés
Hans Selye, es el profesor que más ha investigado sobre el concepto de estrés, y lo define como el proceso fisiológico de estimulación, activación y respuesta de nuestro cuerpo a las demandas del entorno.
El nivel de activación, cuando realizamos alguna acción que nos motiva, todos necesitamos un nivel de activación para adaptarnos a las demandas del entorno para que podamos dar lo mejor de nosotros mismos o nuestro rendimiento óptimo:
Os enseño esta grafica de la Ley de Yerkes – Dodson del 1908, que lo define:
Nosotros tenemos un rendimiento óptimo (parte superior de la U invertida), cuando nos sentimos activados y nos motiva la acción que llevamos a cabo, esa sensación de tener lo que llamamos “vidilla”.
Cuando estamos muy nerviosos o muy excitados nuestro nivel de activación baja, igual que cuando lo que estamos haciendo no nos motiva nada.
A este concepto, Selye, lo llamo Estrés Positivo o Eustres y es esa sensación que nos genera mucho bienestar y nos motiva en la vida: preparar un viaje, una celebración una fiesta con los amigos y amigas, y nos permite adaptarnos al entorno y superarnos a nosotros mismos.
Pero mantener un nivel de activación muy alto durante mucho tiempo sostenido, eso es lo que sucede con el Eustres, que cuando supera nuestro nivel de activación o es muy sostenido en el tiempo se acaba convirtiendo en estrés negativo, o lo que Selye denomina DISTRÈS.
De acuerdo con Hans Selye, la transformación del estrés positivo en negativo, se traduce en un síndrome general de adaptación, es decir cuando las demandas de nuestro entorno superan nuestros recursos para dar respuesta, y eso lo notamos desde tres niveles: mental, emocional y físico.
A nivel mental:
- Nos cuesta concentrarnos.
- Pensamientos recurrentes o en bucle, no nos quitamos algo de la cabeza.
- Pensamientos negativos: no podré, no soy capaz, todo es un desastre, no funciona nada, etc.
- Procrastinamos, tenemos muchas cosas que hacer y no acabamos haciendo nada.
- Perdemos la memoria: lapsus cuando hablamos, no recordamos que íbamos a hacer, confusiones, etc.
A nivel emocional:
- Nos sentimos más irascibles, saltamos a la primera.
- Parecemos una montaña rusa emocional.
- Nos sentimos tristes.
- Nos sentimos agotados y desmotivados.
- Estamos a la defensiva o nos duele cualquier comentario o crítica que nos hagan.
A nivel físico:
- Nos cuesta dormir o nos despertamos a media noche sin poder conciliar el sueño.
- Se nos cierra el estómago, o comemos a “atracones”.
- Puede aparecer deseo de comer más dulce.
- No nos organizamos en nuestro día a día.
- Evitamos contactos sociales.
- Nos “enganchamos” al alcohol, juegos, tele, series, etc.
- No podemos “desconectar”, buscar espacios para nosotros o actividades que nos gusten.
Sentir alguna de estas situaciones y sobre todo de forma sostenida no es nada normal, y nos aleja de nuestro bienestar, así que si has detectado alguno y necesitas ayuda puedes buscar más información en nuestra página web o pedir una consulta individual.
La ansiedad igual que el estrés, es una respuesta fisiológica de nuestro cuerpo, que, a diferencia del estrés, no se activa frente a demandas externas, sino por pensamientos que podríamos denominar internos, como que algo malo o catastrófico va a ocurrir.
La ansiedad puede sentirse de forma generalizada o en situaciones concretas, como sería una fobia especifica o en un Trastorno Obsesivo Compulsivo. Visita nuestra página sobre ¿cómo superar la ansiedad? para poder profundizar en este tema.
¿Para qué aparece la ansiedad?
El miedo es la emoción básica que tiene que ver con la ansiedad, nos protege, siempre que nuestra vida corra peligro, ya que nos preparar para la huida y todos nuestros sistemas fisiológicos se preparan para ello.
La dificultad surge cuando estos sistemas se preparan ante una situación de peligro, que solo está en nuestra mente, y se inicia una respuesta que sentimos que no podemos controlar ni sabemos de donde procede.
La ansiedad además tiene otros mecanismos que alimenta esta sensación de pérdida de control, y que denominamos “el miedo al miedo”, que consiste en evitar gradualmente situaciones que nos puedan producir los síntomas de la ansiedad, incapacitando gradualmente nuestro día a día, y limitando nuestras capacidades para afrontarla.
La ansiedad tiene una característica principal, que es que nos hace ver el mundo diferente con relación a dos niveles.
En relación con nuestro entorno
La ansiedad nos hace percibir el mundo como un peligro, las situaciones en las que nos exponemos e incluso situaciones cuotidianas, las percibimos de forma sesgada y las interpretamos de forma amenazante.
En relación con nosotros mismos
Igualmente, la ansiedad también altera la percepción sobre nosotros mismos: por un lado, a nivel físico, donde tenemos la sensación que perdemos el control sobre nuestro cuerpo, ya que pueden aparecer síntomas como la hiperventilación, palpitaciones, calambres, etc.
Y a nivel mental: porque va disminuyendo la percepción en nuestras capacidades para afrontar la situación: nuestra autoestima y autoconfianza se resienten y además resulta muy agotador.
Pues igual que el estrés, la ansiedad es un síntoma que necesitamos cambiar algo en nuestras vidas, y es importante que nos pongamos cuanto antes manos a la obra, ya que ignorar los síntomas que estamos experimentado, solo servirá para que se muestren con más intensidad.
Para más contenido sobre cómo eliminar la ansiedad para siempre visita nuestra página sobre este tema.
A continuación, te damos algunos pequeños consejos para empezar a cambiar. Si quieres más ejercicios y prácticas para controlar la ansiedad visita nuestra página exclusiva sobre cómo controlar un ataque de ansiedad.
Conocer los síntomas que experimentamos
En primer lugar, necesitamos conocer que los síntomas que experimentamos, son una respuesta fisiológica que nos predispone a la huida, y que nuestra vida no corre peligro,
Saber cómo es nuestro proceso de ansiedad y evitar alimentarlo con nuestros pensamientos.
Es imprescindible, identificar los síntomas que tenemos, ya que estos son particulares en cada uno. Conocerlos, aceptarlos y aprender a gestionarlos cuando se inicien, sin sentirles temor, será el primer paso para afrontar la ansiedad.
Modificar nuestros pensamientos
En segundo lugar, será imprescindible modificar nuestros pensamientos. Seguro que te has dado cuenta que cuando empezamos a sentir ansiedad, nuestro pensamiento está muy focalizado en el síntoma y aparecen pensamientos recurrentes que alimentan el miedo, la sensación de peligro, o el “machaque” hacia nosotros mismos.
Como puedes suponer, estos pensamientos no nos sirven para nada que no sea empeorar nuestra situación.
Otro contenido disponible en La vida es cambio sobre la ansiedad es cómo curar la ansiedad sin medicación. Descubre cuando es necesario ponernos en manos de un profesional y que cada persona siente y experimenta los síntomas de una forma distinta.
Te pongo un ejemplo para que empieces a confiar contigo mism@: ¿qué le dirías a un amigo que está padeciendo ansiedad?
Seguramente de forma intuitiva, te pondrías a su lado, le abrazarías, le explicarías que son síntomas de ansiedad y que no le pasará nada, le invitarías a respirar poco a poco, incluso modelando su respiración. Intentarías hablar de algún tema que pueda distraer su atención. Y, por último, seguro que jamás le “machacarías”, sino que le explicarías las veces que lo ha superado antes, lo fuerte que es, y que no pasa nada.
¡Pues casi que solo haría falta eso, aprender a tratarnos a nosotros como a nuestro mejor amiga o amigo!
Más contenido disponible en: ¿Cómo ayudar a una persona que tiene ansiedad?
Un tipo de ansiedad muy común estos últimos tiempos es la ansiedad social, para conocer más información sobre la ansiedad social, puedes ver nuestro vídeo y contenido donde te damos 3 consejos para empezar a gestionar este tipo de ansiedad. No te pierdas este y más contenidos y síguenos en nuestras redes sociales o apúntate a nuestra Newsletter para no perderte nada.
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Nos referimos al trastorno de adaptación de acuerdo con los criterios diagnósticos actuales, como el desarrollo de síntomas emocionales o de conducta, que aparecen a los tres meses siguientes de que hayamos vivido una situación estresante.
Descubre más sobre el trastorno adaptativo con ansiedad con la vida es cambio. No dudes en pedir ayuda y reservar cita con un especialista.
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